Cómo vivir la vida gay en Barcelona

Todavía algunos cargamos con la resaca de la fiesta del Orgullo Gay y de la Pride BCN, que se ha convertido en el mayor despiporre del mediterráneo en lo que toca al colectivo LGTBI (cada vez tiene más letras, jeje), y que para la ciudad de Barcelona supone, para empezar, el reconocimiento de que es un lugar donde este colectivo puede vivir más o menos en paz y armonía, llevando su condición sexual con toda normalidad y encontrando, sino una completa tolerancia, sí más que en otro muchos lugares.

Bueno, como no existe el paraíso en la tierra, y como los homosexuales como es mi caso nunca nos parece que la tolerancia y, diré más, la normalización, es bastante, diré que esto puede ser exagerado. Pero sí, en general, Barcelona es un buen lugar para vivir si eres gay, o tienes cualquier otra tendencia sexual, aunque de esto no pueda hablar; y bueno, aunque no es el lugar perfecto, sí es mucho mejor que otros lugares, con lo que ya llevamos esa ventaja, aunque hay que reconocer que más que por méritos propios, quizá es porque debamos hacer honor a esa fama de ciudad tolerante. Como sea, con ventajas y desventajas, no nos podemos quejar.

Me gusta vivir en Barcelona en general, aunque soy de aquí y tampoco he vivido nunca en otro sitio; pero de todas formas estoy contento con lo que tengo, no me llama la atención descubrir otros lugares por si se estuviera mejor, así que no creo que en un futuro cercano vaya a abandonar mi ciudad natal. Por eso, me interesa todo lo que tenga que ver con ella, y no sólo en lo que respecta a su faceta homosexual, que es mucha y muy llamativa, la verdad sea dicha, pero también muy interesante;  me consta que gays, lesbianas y otros viene aquí precisamente buscando eso, y aunque no desmerezco ese interés, también quiero dejar claro que ser homosexual no quiere decir vivir en un mundo aparte: podemos disfrutar de todo lo que nos ofrece un lugar sin que tenga nada que ver con la sexualidad, y es más, debemos hacerlo. ¿Y cuántas cosas interesantes no nos ofrece la ciudad condal?

Por eso, aunque sería tonto obviar lo que Barcelona significa para  nuestro colectivo, no os sorprendáis si, de vez en cuando, me olvido un poco de que soy gay, y recuerdo que soy hombre y barcelonés, que tampoco está tan mal, jeje.