Proyectos de cine homosexual en la ciudad

A mis colegas y a mí nos encanta todo lo que tenga que ver con el arte, y como no puede ser de otra manera, estamos muy felices de vivir en Barcelona, donde todo lo que tenga que ver con expresiones artísticas de cualquier tipo, tendencia u origen tiene siempre un lugar. Muchos de nosotros andamos estos días revolucionados pensando en la pasada celebración del Orgullo Gay, y de todos los nuevos eventos que están por venir en estas fechas, y por supuesto pensamos que también están relacionados con el arte, aunque eso no quite que sean una excusa para desfasarse a tope (hay que alimentar también el cuerpo, no sólo el espíritu, jeje).

Todos estos nuevos acontecimientos, reuniones y fiestas que están por venir, no hará falta que os diga que están dirigidos en su gran mayoría al público homosexual; no es que sea una gran novedad, el verano es una época muy movida en Barcelona si tenemos en cuenta el tema de las vacaciones  y del turismo. Así que a partir de ahora y durante estos meses, cualquier persona que no sea heterosexual puede hacer su agosto en cuestión de ocio, nunca mejor dicho, y eso abre grandes posibilidades para esta ciudad pero, también, para todo el colectivo LGTB. Y no es tema de risa, porque mi grupo se lo está tomando muy en serio.

Para empezar, pensamos aprovechar la llegada de los homosexuales más influyentes del panorama nacional, y también del internacional, a la ciudad en estos meses de verano. Si piensas que estoy exagerando, es que nunca has venido a Barcelona en estas fechas, porque te encuentras por la calle a las personalidades más variopintas que puedas imaginar, caminando como personas normales y corrientes (bueno, cuando los dejan, que no siempre es así). Pero a lo que voy, es que se nos ha ocurrido ponernos en contacto con productoras, directores, guionistas… todo el que tenga que tenga que ver con el mundo del celuloide, con la idea de impulsar algo que nos parece daría un estupendo resultado: el realizar películas de porno homosexual en nuestra ciudad.

¿Cómo se nos ha ocurrido esto? Bueno, tengo que decir que muchos de nosotros no somos tan noveles en el tema, porque hace tiempo que hacemos nuestros pinitos en el porno amateur gay; aunque por supuesto no queremos decir con esto que estemos al nivel de actores profesionales del cine x, ni mucho menos. En Barcelona se realizan muchos castings para encontrar actores y actrices que participen en las diferentes producciones que aquí se hacer, que son muchas la verdad; también se hace cine porno, pero no tiene tanta publicidad como otras tendencias cinéfilas, y es algo que no acabamos de entender. ¿Una ciudad abierta y liberal como Barcelona, llena de artistas relacionados con el mundo del cine, estas producciones para adultos deben hacerse como de tapadillo, y mucho más si se aborda el tema de la  homosexualidad? Es bastante  duro de decir, y casi imposible de comprender, al menos desde nuestro punto de vista.

Luego, hablando entre nosotros en plan coña, se nos ocurre preguntarnos los unos a los otros si de verdad estaríamos dispuestos, y tenemos lo que habría que tener, para ser actor y realizar escena de sexo gay. Todos nos reímos y ninguno da una respuesta segura, por lo que sospecho que quizá ladramos más que mordemos; esto es, que hacemos reivindicaciones en las que luego no nos atreveríamos a participar. Pero ¿qué tal si lo intentamos, y todo funciona bien? Quizá nosotros seamos muy cortos ara aprovechar esas oportunidad, pero quién nos dice que otras miles de personas no nos lo agradecerán… merece la pena intentarlo.

El famoso Gaixample de Barcelona

Seguro que todos los barceloneses, catalanes, una gran cantidad de españoles y no pocos menos extranjeros, sean homosexuales o no, han oído hablar del más famoso barrio gay de Barcelona: el Eixample Esquerra. Si por casualidad no te suena, quizá lo conozcas por su nombre «artístico», el Gaixample, mezcla de la palabra gay y de su nombre de pila, cuna del Circuit Festival, del que disfrutaremos en la primera quincena de agosto (y del que hablaremos más adelante).

El Eixample es un barrio céntrico de Barcelona, y su nombre traducido literalmente significa extensión, ya que es exactamente lo que es: una extensión del centro original de la ciudad por su margen izquierdo (de ahí lo de «esquerra» también).  Pero hoy en día, se ha convertido en un centro neurálgico del lugar, con lugares emblemáticos como la Casa Golferichs, el Parc de Joan Miró y el edificio histórico de la Universidad de Barcelona. También puede encontrar dos populares mercados de comida, El Mercat Sant Antoni y El Mercat del Ninot.; estos mercados son muy apreciados por los catalanes que hacen sus compras diarias allí.

Estos mercados tradicionales ofrecen muchos puestos diferentes, desde comestibles, carnes y pescados hasta artículos para el hogar, ropa, lencería, bolsos, regalos y chucherías. Los domingos, la venta libros de segunda mano y sellos para coleccionistas cautivan a los visitantes del histórico Mercat de Sant Antoni, que conserva la arquitectura, la vitalidad y el encanto de sus orígenes. Estos lugares dan vitalidad e inyectan vida en el Eixample Esquerra.

Y bueno, sin saber muy bien cómo, hay una zona en este barrio donde la comunidad homosexual empezó a establecerse hace unos años, y ha acabado por darle verdadera identidad. Con su colección de bares, restaurantes y clubes nocturnos, y sus edificios decorados con banderas arcoiris, uno ya sabe  lo que va a encontrarse si visita este lugar, y es que incluso se modificó su nombre, como ya he dicho, hasta ser conocido como Gaixample; conocido en todo el mundo, es un ejemplo de barrio libre y tolerante, aunque quizá su marcado acento gay sea demasiado, o no, uno nunca puede estar seguro de eso.

El turismo gay, ¿a favor o en contra?

No se puede decir que Barcelona sea una ciudad desconocida para el mundo del turismo, pues hace años que es un destino elegido y preferido por miles de españoles y extranjeros para pasar sus días de vacaciones. No es para menos, por otra parte, ya que la ciudad tiene numerosos encantos y focos de interés para que cualquiera pueda sentirse atrapado por ella; si buscas diversión, o tienes inquietudes culturales, intelectuales o laborales, seguro que visitando la ciudad condal podrás sentirte más que satisfecho.

Desde luego, el verano es una época en donde todos los que visitan Barcelona vayan buscando, como es normal, diversiones relacionadas con la estación, aprovechando que están de asueto por unos cuantos días nada más; y en los últimos años, la fama de ciudad abierta que ha adquirido la ciudad, ha provocado que la gran mayoría de esas diversiones estén dirigidas a un público homosexual, lo que ha hecho que se convierta en una de las capitales mediterráneas del turismo LGTBI. No es una leyenda urbana ni mucho menos: sobre todo para los gays, Barcelona significa un montón de oportunidades de ocio y diversión a destajo, sobre todo si las quieres disfrutar en pareja, pudiendo encontrar desde bares de ambiente hasta hoteles swingers, fiestas en exclusiva e incluso cruceros para disfrutarlos, como se diría coloquialmente, para disfrutarlos con tu churri (aunque en este caso no sea una «ella, sino un «él»).

Nada que objetar a la diversión sana, sea orientada a un sexo, al otro, a los dos o a ninguno, e incluso al de enmedio, pero ¿realmente es sana para Barcelona esa fama de ciudad hecha para maricones? No es que a mí, precisamente por ser gay, me preocupe o me moleste, pero veo que las autoridades lo toman con mucha tranquilidad también, y, no sé, como con todo, el exceso nunca es bueno. La capital autónoma tiene bastantes centros de interés que podrían ser publicitados ante los turistas de todo el mundo más allá de la condición sexual de nadie, pero parece que esto último es lo que de verdad atrae a los visitantes, mucho más numerosos por este motivo que por todos los demás encantos que pueda poseer. ¿Sería hora de pensar en ello, o nos dejaremos llevar por el fenómeno que, por otra parte, podría desaparecer en menos que canta un gallo, por cualquier motivo?

Cómo vivir la vida gay en Barcelona

Todavía algunos cargamos con la resaca de la fiesta del Orgullo Gay y de la Pride BCN, que se ha convertido en el mayor despiporre del mediterráneo en lo que toca al colectivo LGTBI (cada vez tiene más letras, jeje), y que para la ciudad de Barcelona supone, para empezar, el reconocimiento de que es un lugar donde este colectivo puede vivir más o menos en paz y armonía, llevando su condición sexual con toda normalidad y encontrando, sino una completa tolerancia, sí más que en otro muchos lugares.

Bueno, como no existe el paraíso en la tierra, y como los homosexuales como es mi caso nunca nos parece que la tolerancia y, diré más, la normalización, es bastante, diré que esto puede ser exagerado. Pero sí, en general, Barcelona es un buen lugar para vivir si eres gay, o tienes cualquier otra tendencia sexual, aunque de esto no pueda hablar; y bueno, aunque no es el lugar perfecto, sí es mucho mejor que otros lugares, con lo que ya llevamos esa ventaja, aunque hay que reconocer que más que por méritos propios, quizá es porque debamos hacer honor a esa fama de ciudad tolerante. Como sea, con ventajas y desventajas, no nos podemos quejar.

Me gusta vivir en Barcelona en general, aunque soy de aquí y tampoco he vivido nunca en otro sitio; pero de todas formas estoy contento con lo que tengo, no me llama la atención descubrir otros lugares por si se estuviera mejor, así que no creo que en un futuro cercano vaya a abandonar mi ciudad natal. Por eso, me interesa todo lo que tenga que ver con ella, y no sólo en lo que respecta a su faceta homosexual, que es mucha y muy llamativa, la verdad sea dicha, pero también muy interesante;  me consta que gays, lesbianas y otros viene aquí precisamente buscando eso, y aunque no desmerezco ese interés, también quiero dejar claro que ser homosexual no quiere decir vivir en un mundo aparte: podemos disfrutar de todo lo que nos ofrece un lugar sin que tenga nada que ver con la sexualidad, y es más, debemos hacerlo. ¿Y cuántas cosas interesantes no nos ofrece la ciudad condal?

Por eso, aunque sería tonto obviar lo que Barcelona significa para  nuestro colectivo, no os sorprendáis si, de vez en cuando, me olvido un poco de que soy gay, y recuerdo que soy hombre y barcelonés, que tampoco está tan mal, jeje.